El equipo amarillo no pudo sobreponerse a un parcial de 0-12 en el tercer acto que resultó decisivo.
Era ganar o ganar para el Herbalife Gran Canaria. El equipo claretiano había demostrado que era capaz de tumbar al Lokomotiv Kuban, invicto en EuroCup y máximo favorito al título. En Krasnodar, los de Casimiro estuvieron por delante durante 38 minutos y solo un gris final les privó del triunfo. Con esa premisa, y con poco tiempo para entrenar o pulir detalles, los amarillos recibieron a un equipo ruso que llegaba a la isla para sumar el 18-0 y acceder a semifinales por la vía rápida.
Decía el entrenador amarillo nada más acabar el choque del martes en tierras rusas que el segundo partido sería igual de difícil, pero muy diferente. Y tuvo razón. La enérgica salida de su equipo en el Basket Hall de Krasnodar fue opuesta a la puesta en escena en el Gran Canaria Arena. El serbio Sasa Obradovic fue capaz de llevar el partido a su terreno desde el segundo uno, y sumar puntos era un auténtico calvario. Pero no solo para el cuadro local, sino también para un Lokomotiv errático en el triple y sin ideas ante la buena intensidad defensiva de los grancanarios. El tanteo era paupérrimo y contrastaba con la cantidad de faltas señaladas. Tras una salida lenta, con un punto anotado en tres minutos, el Granca reaccionó (8-9, minuto 7) para tomarle al fin el pulso al partido.
No es que el Herbalife Gran Canaria comenzara a anotar compulsivamente, pero entendió rápidamente cómo iba a desarrollarse el choque y encontró su espacio en el mismo. La escuadra claretiana logró ponerse por delante y las alternancias se producían constantemente en el marcador. Trevor Lacey, muy gris en el primer partido de la eliminatoria, clavaba un triple meritorio para dar ventaja a los suyos, pero Gal Mekel respondía con una acción con adicional para igualar la contienda antes de que finalizara el acto inicial (15-15).
Se jugaba a lo que Lokomotiv Kuban quería. La mejor defensa de la 7 Days EuroCup estaba exhibiendo argumentos de sobra para respaldar ese frío dato estadístico. Una realidad palpable. Los de Obradovic defendían cada acción con una intensidad máxima, al borde siempre de la falta, con un uso constante de manos. Baloncesto, más bien poco. El Herbalife Gran Canaria sufría para anotar pero aguantaba bien el empuje ruso con una buena defensa. Sonaba demasiado el silbato y poco el bote del balón. Los rusos buscaban abrir distancias, pero un triple de Radicevic (23-24, minuto 15) apretaba las cosas y obligaba al técnico visitante a pedir tiempo muerto.
Conocido por sus aspavientos, por sus quejas y, en definitiva, por su carácter balcánico, Obradovic se hartó a protestar. Como lo hiciera en Rusia. Pero la primera técnica del partido el cayó a Luis Casimiro después de que señalaran una falta muy dudosa a Ondrej Balvin, que había defendido una acción en el poste con los brazos bien arriba. Lokomotiv Kuban apenas aprovechaba sus viajes al tiro libre y el Herbalife Gran Canaria, que se volvió a ver cinco abajo, fue capaz de volver al choque con paciencia. Muy vivos tras veinte minutos de segundo partido. Al descanso, 33 tiros libres tirados (16 locales, 17 visitantes) y 33 faltas señaladas, incluyendo la técnica a Casimiro (35-37).
Tuvo que pasar casi siete minutos de cuarto para que Mekel lograra sumar los primeros tantos amarillos. La diferencia era considerable pero, con tiempo por delante, no era definitiva. El Herbalife Gran Canaria logró recortar la desventaja hasta los nueve tantos. Un solo dígito. Pero el Lokomotiv Kuban se encomendó a su talento individual para recuperar sensaciones. Los amarillos, contra las cuerdas, pedían oxígeno con el final del cuarto (44-56).
Y, llegados a ese punto, con 30 minutos disputados del partido, el Lokomotiv Kuban había tumbado a Herbalife Gran Canaria justamente. Con méritos. Pero no lo había noqueado. Quedaba un mundo y la superioridad rusa, dentro de los números, no era definitiva. Era cuestión de mantener la inteligencia en defensa y encontrar acierto. Podría llegar o no, pero cabía la posibilidad. Al menos, en un escenario justo, con solo dos púgiles. Pero el trío arbitral, hasta el momento con una actuación desacertada, se tornó en protagonista absoluto de un último cuarto desdibujado, desvirtualizado.
Lacey encontraba a Qvale para poner 15 puntos (46-61, minuto 32) de separación entre ambos equipos. Pero los de Casimiro se reengancharon con buenas actuaciones defensivas y Mekel, con una bandeja, ponía la diferencia en nueve (52-61, minuto 34) tantos. Parcial de 6-0 para seguir con aspiraciones. En la siguiente acción, Kulagin rodea con el brazo a DJ mientras postea, pero la falta es para el americano. La posesión acaba en canasta de Collins. En el siguiente aro, postea Mekel, y falta en ataque del israelí.
El Herbalife Gran Canaria dispuso de varias ocasiones para recortar distancias pero, cuando antes había sido el desacierto el factor que había lastrado a los amarillos, en esta ocasión fueron las decisiones arbitrales. A 4:29 minutos del final, una acción de 2+1 de Balvin (55-64, minuto 36) dejaba la desventaja en nueve tantos. Ragland busca la individual en la siguiente posesión y los colegiados señalan falta con tres décimas de posesión.
Volaron técnicas -hasta cuatro-, Luis Casimiro acabó expulsado y el Herbalife Gran Canaria cerró su participación en la 7 Days EuroCup perdiendo por 21 puntos.
Decía el entrenador amarillo nada más acabar el choque del martes en tierras rusas que el segundo partido sería igual de difícil, pero muy diferente. Y tuvo razón. La enérgica salida de su equipo en el Basket Hall de Krasnodar fue opuesta a la puesta en escena en el Gran Canaria Arena. El serbio Sasa Obradovic fue capaz de llevar el partido a su terreno desde el segundo uno, y sumar puntos era un auténtico calvario. Pero no solo para el cuadro local, sino también para un Lokomotiv errático en el triple y sin ideas ante la buena intensidad defensiva de los grancanarios. El tanteo era paupérrimo y contrastaba con la cantidad de faltas señaladas. Tras una salida lenta, con un punto anotado en tres minutos, el Granca reaccionó (8-9, minuto 7) para tomarle al fin el pulso al partido.
No es que el Herbalife Gran Canaria comenzara a anotar compulsivamente, pero entendió rápidamente cómo iba a desarrollarse el choque y encontró su espacio en el mismo. La escuadra claretiana logró ponerse por delante y las alternancias se producían constantemente en el marcador. Trevor Lacey, muy gris en el primer partido de la eliminatoria, clavaba un triple meritorio para dar ventaja a los suyos, pero Gal Mekel respondía con una acción con adicional para igualar la contienda antes de que finalizara el acto inicial (15-15).
Se jugaba a lo que Lokomotiv Kuban quería. La mejor defensa de la 7 Days EuroCup estaba exhibiendo argumentos de sobra para respaldar ese frío dato estadístico. Una realidad palpable. Los de Obradovic defendían cada acción con una intensidad máxima, al borde siempre de la falta, con un uso constante de manos. Baloncesto, más bien poco. El Herbalife Gran Canaria sufría para anotar pero aguantaba bien el empuje ruso con una buena defensa. Sonaba demasiado el silbato y poco el bote del balón. Los rusos buscaban abrir distancias, pero un triple de Radicevic (23-24, minuto 15) apretaba las cosas y obligaba al técnico visitante a pedir tiempo muerto.
Conocido por sus aspavientos, por sus quejas y, en definitiva, por su carácter balcánico, Obradovic se hartó a protestar. Como lo hiciera en Rusia. Pero la primera técnica del partido el cayó a Luis Casimiro después de que señalaran una falta muy dudosa a Ondrej Balvin, que había defendido una acción en el poste con los brazos bien arriba. Lokomotiv Kuban apenas aprovechaba sus viajes al tiro libre y el Herbalife Gran Canaria, que se volvió a ver cinco abajo, fue capaz de volver al choque con paciencia. Muy vivos tras veinte minutos de segundo partido. Al descanso, 33 tiros libres tirados (16 locales, 17 visitantes) y 33 faltas señaladas, incluyendo la técnica a Casimiro (35-37).
Concierto en el Arena
El ritmo del partido había sido lento, insoportable. Una hora para disputarse la primera mitad y un Herbalife Gran Canaria incómodo en el encuentro, pero con las opciones intactas. Solo dos puntos de diferencia. Y, sin embargo, el Lokomotiv Kuban pareció jugar con solvencia absoluta los compases iniciales del tercer período. El paso por vestuarios enfrió todavía más el ataque claretiano. Totalmente atascado, los de Obradovic fueron jugada a jugada minando la moral. Kulagin, el mejor del partido, firmó siete puntos consecutivos -un 2+1 y un 3+1 brillante- para poner tierra de por medio (35-49, minuto 25). Y entre tanto, el Granca sin anotar.Tuvo que pasar casi siete minutos de cuarto para que Mekel lograra sumar los primeros tantos amarillos. La diferencia era considerable pero, con tiempo por delante, no era definitiva. El Herbalife Gran Canaria logró recortar la desventaja hasta los nueve tantos. Un solo dígito. Pero el Lokomotiv Kuban se encomendó a su talento individual para recuperar sensaciones. Los amarillos, contra las cuerdas, pedían oxígeno con el final del cuarto (44-56).
Y, llegados a ese punto, con 30 minutos disputados del partido, el Lokomotiv Kuban había tumbado a Herbalife Gran Canaria justamente. Con méritos. Pero no lo había noqueado. Quedaba un mundo y la superioridad rusa, dentro de los números, no era definitiva. Era cuestión de mantener la inteligencia en defensa y encontrar acierto. Podría llegar o no, pero cabía la posibilidad. Al menos, en un escenario justo, con solo dos púgiles. Pero el trío arbitral, hasta el momento con una actuación desacertada, se tornó en protagonista absoluto de un último cuarto desdibujado, desvirtualizado.
Lacey encontraba a Qvale para poner 15 puntos (46-61, minuto 32) de separación entre ambos equipos. Pero los de Casimiro se reengancharon con buenas actuaciones defensivas y Mekel, con una bandeja, ponía la diferencia en nueve (52-61, minuto 34) tantos. Parcial de 6-0 para seguir con aspiraciones. En la siguiente acción, Kulagin rodea con el brazo a DJ mientras postea, pero la falta es para el americano. La posesión acaba en canasta de Collins. En el siguiente aro, postea Mekel, y falta en ataque del israelí.
El Herbalife Gran Canaria dispuso de varias ocasiones para recortar distancias pero, cuando antes había sido el desacierto el factor que había lastrado a los amarillos, en esta ocasión fueron las decisiones arbitrales. A 4:29 minutos del final, una acción de 2+1 de Balvin (55-64, minuto 36) dejaba la desventaja en nueve tantos. Ragland busca la individual en la siguiente posesión y los colegiados señalan falta con tres décimas de posesión.
Volaron técnicas -hasta cuatro-, Luis Casimiro acabó expulsado y el Herbalife Gran Canaria cerró su participación en la 7 Days EuroCup perdiendo por 21 puntos.
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