El equipo amarillo controló de inicio a fin y superó con solvencia las reacciones del conjunto gallego.
Apenas 48 horas después de quedar apeados de la 7 Days EuroCup, el Herbalife Gran Canaria recibía al Monbus Obradoiro con el reto de cambiar de chip sin apenas poder preparar el encuentro. Los de Moncho Fernández llegaban a la isla con la notable baja de su máximo anotador, Matt Thomas, pero con ambición de seguir mirando hasta los puestos de Playoff. Duelo descafeinado, en el aspecto de los puntos, con la ausencia también de Marcus Eriksson.
El equipo claretiano salió entonado, anotando de tres por mediación de Pablo Aguilar tras un rebote previo de Ondrej Balvin. El Monbus Obradoiro dispuso de una breve ventaja con dos aciertos consecutivos de Ben Simons desde más allá de 6,75 (5-6, minuto 3), pero los de Casimiro no tardaron en volver a mandar en el electrónico. Aguilar logró su segundo triple y el parcial llegó a ser de 9-0 (14-6, minuto 7) antes de que Moncho Fernández parase el choque con un tiempo muerto.
Un canastón de Nikola Radicevic, hoy saliendo desde el banco, permitió a los locales disponer de una ventaja de diez puntos. Al equipo gallego, sin Matt Thomas, le costaba horrores anotar y el Herbalife Gran Canaria era capaz de controlar el tempo del partido con solvencia. Dos tiros libres de Anzejs Pasecniks sin prácticamente tiempo en el crono dejó la diferencia en ocho puntos al término del primer acto (24-16).
Nicolás Brussino abrió el segundo cuarto cometiendo dos faltas personales en cuestión de segundos que lastraron la aportación del argentino en el devenir del encuentro. El partido transcurrió por unos derroteros que, por momentos, recordó al choque contra Lokomotiv Kuban: muchos desaciertos ofensivos, ataques largos y juego embarullado. El Obra recortó distancias a base de garra interior, con Radovic haciendo daño en el rebote (25-21, minuto 13) y manteniendo vivo a su equipo.
Sin embargo, el Herbalife Gran Canaria volvió a abrir brecha en el marcador sin demasiada dificultad, practicando un juego efectivo con una buena intensidad defensiva personalizada en la figura, una vez más de Xavi Rabaseda. Los amarillos se encontraban cómodos y un triple de Brussino disparaba la diferencia (37-26, minuto 18) por encima de la barrera de los diez puntos. El equipo de Moncho Fernández intentó aferrarse al partido pero se vio superado por el ciclón Granca en los mejores minutos amarillos de la primera mitad. Luke Fischer recuperaba para colgarse del aro y colocar la ventaja en 17 puntos antes de que David Navarro, desde su propia pista, clavara un triple a tabla (48-34).
La reacción obradorista era una realidad pero el equipo claretiano luchaba posesión a posesión para que la remontada no lo fuera. El lituano Bendzius hacía daño una y otra vez sobre la defensa de Brussino y dos canastas de Ben Simons provocaron el empate (53-53, minuto 27) sellando un tremendo parcial de 5-19. El Obra estaba más vivo que nunca en el encuentro y fue entonces cuando apareció Albert Oliver. Algo gris hasta entonces, el veterano base tomó responsablidades anotando dos triples consecutivos para dar oxígeno a los suyos. Los grancanarios salvaban así la reacción obradorista, con un Oliver capaz de anotar cuatro puntos más de manera consecutiva. Su muñeca permitió a los isleños sobrevivir al gran arreón de un equipo gallego que, eso sí, llegaba más que vivo al último cuarto (65-59).
Luke Fischer se erigió como figura de los primeros compases del acto definitivo. El Monbus Obradoiro intentaba mantener la buena dinámica del tercer acto pero en ataque empezaban a encontrar dificultades para sumar. El Herbalife Gran Canaria, por su parte, aprovechaba la buena cara defensiva para acortar el tiempo restante y tener una ventaja ciertamente cómoda. Del 67-61 con un tapón de Luke Fischer se pasó al 72-61 con una buena canasta de DJ Seeley que hizo que Moncho Fernández pidiese tiempo muerto (72-61, minuto 35) buscando soluciones.
El alquimista no las encontró y el Herbalife Gran Canaria acabó sumando un triunfo solvente, eficaz y cómodo. El trabajo de los de Luis Casimiro fue serio y valió un triunfo necesario para seguir mirando hacia la parte alta de la clasificación. El parcial del último cuarto, de 17-5, fue definitivo para un Monbus Obradoiro que lo peleó pero que careció de argumentos para acabar compitiendo hasta los instantes decisivos.
El equipo claretiano salió entonado, anotando de tres por mediación de Pablo Aguilar tras un rebote previo de Ondrej Balvin. El Monbus Obradoiro dispuso de una breve ventaja con dos aciertos consecutivos de Ben Simons desde más allá de 6,75 (5-6, minuto 3), pero los de Casimiro no tardaron en volver a mandar en el electrónico. Aguilar logró su segundo triple y el parcial llegó a ser de 9-0 (14-6, minuto 7) antes de que Moncho Fernández parase el choque con un tiempo muerto.
Un canastón de Nikola Radicevic, hoy saliendo desde el banco, permitió a los locales disponer de una ventaja de diez puntos. Al equipo gallego, sin Matt Thomas, le costaba horrores anotar y el Herbalife Gran Canaria era capaz de controlar el tempo del partido con solvencia. Dos tiros libres de Anzejs Pasecniks sin prácticamente tiempo en el crono dejó la diferencia en ocho puntos al término del primer acto (24-16).
Nicolás Brussino abrió el segundo cuarto cometiendo dos faltas personales en cuestión de segundos que lastraron la aportación del argentino en el devenir del encuentro. El partido transcurrió por unos derroteros que, por momentos, recordó al choque contra Lokomotiv Kuban: muchos desaciertos ofensivos, ataques largos y juego embarullado. El Obra recortó distancias a base de garra interior, con Radovic haciendo daño en el rebote (25-21, minuto 13) y manteniendo vivo a su equipo.
Sin embargo, el Herbalife Gran Canaria volvió a abrir brecha en el marcador sin demasiada dificultad, practicando un juego efectivo con una buena intensidad defensiva personalizada en la figura, una vez más de Xavi Rabaseda. Los amarillos se encontraban cómodos y un triple de Brussino disparaba la diferencia (37-26, minuto 18) por encima de la barrera de los diez puntos. El equipo de Moncho Fernández intentó aferrarse al partido pero se vio superado por el ciclón Granca en los mejores minutos amarillos de la primera mitad. Luke Fischer recuperaba para colgarse del aro y colocar la ventaja en 17 puntos antes de que David Navarro, desde su propia pista, clavara un triple a tabla (48-34).
Solvencia ante la reacción
El paso por vestuarios no le sentó bien al Herbalife Gran Canaria. El Monbus Obradoiro, quizá inspirado por ese triple sobre la bocina de Navarro, saltó al parqué con mayor acierto e intensidad. Moncho dispuso en pista de un quinteto muy alto y la superioridad física fue patente. En los primeros tres minutos de cuarto, el equipo compostelano logró un parcial de 2-9 (50-43, minuto 24) con el que fue capaz de recortar distancias y demostrar que todavía había mucha tela que cortar.La reacción obradorista era una realidad pero el equipo claretiano luchaba posesión a posesión para que la remontada no lo fuera. El lituano Bendzius hacía daño una y otra vez sobre la defensa de Brussino y dos canastas de Ben Simons provocaron el empate (53-53, minuto 27) sellando un tremendo parcial de 5-19. El Obra estaba más vivo que nunca en el encuentro y fue entonces cuando apareció Albert Oliver. Algo gris hasta entonces, el veterano base tomó responsablidades anotando dos triples consecutivos para dar oxígeno a los suyos. Los grancanarios salvaban así la reacción obradorista, con un Oliver capaz de anotar cuatro puntos más de manera consecutiva. Su muñeca permitió a los isleños sobrevivir al gran arreón de un equipo gallego que, eso sí, llegaba más que vivo al último cuarto (65-59).
Luke Fischer se erigió como figura de los primeros compases del acto definitivo. El Monbus Obradoiro intentaba mantener la buena dinámica del tercer acto pero en ataque empezaban a encontrar dificultades para sumar. El Herbalife Gran Canaria, por su parte, aprovechaba la buena cara defensiva para acortar el tiempo restante y tener una ventaja ciertamente cómoda. Del 67-61 con un tapón de Luke Fischer se pasó al 72-61 con una buena canasta de DJ Seeley que hizo que Moncho Fernández pidiese tiempo muerto (72-61, minuto 35) buscando soluciones.
El alquimista no las encontró y el Herbalife Gran Canaria acabó sumando un triunfo solvente, eficaz y cómodo. El trabajo de los de Luis Casimiro fue serio y valió un triunfo necesario para seguir mirando hacia la parte alta de la clasificación. El parcial del último cuarto, de 17-5, fue definitivo para un Monbus Obradoiro que lo peleó pero que careció de argumentos para acabar compitiendo hasta los instantes decisivos.
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