El conjunto claretiano se deshizo del Nizhny Novgorod por un claro 80-106 para asentarse en el primer puesto del Grupo A.
Tras una auténtica odisea para llegar a la ciudad de Nizhny Novgorod, a las afueras de Moscú, el Herbalife Gran Canaria saltó a la pista del equipo ruso, usada a diario como cancha de hockey hielo, con la intención de encontrar el fuego interior para recuperar una buena imagen algo perdida en Liga Endesa.
Bo McCalebb anotó la primera canasta del partido y, a pesar de un triple de Boynton, los compases iniciales tuvieron claro color amarillo. Una canasta de Hendrix disparaba a los claretianos (3-9, minuto 2) en el marcador. El ataque de los pupilos de Luis Casimiro funcionaba como una máquina bien engrasada y, en defensa, el esfuerzo surtía efecto.
Sin embargo, la dupla americana del Nizhny, la que lleva el peso ofensivo de todo el equipo, arrancó con ganas. Boynton desde el puesto de base y Kane desde el alero unieron fuerzas para intentar recortar distancias. Lo lograron con un 5-0 para ponerse a tan solo un punto, pero el Herbalife Gran Canaria siguió viendo el aro como una piscina. El acierto desde más allá de 6,75 fue demoledor y, sin duda, un factor clave en el primer cuarto. Salin, con dos triples, y O’Neale, con uno, obligaban a Stalbergs a pedir tiempo muerto con su equipo diez abajo (13-23, minuto 7) a tres minutos del término del acto. No solo su equipo se mostró incapaz de recortar distancias, sino que el ritmo anotador amarillo creció todavía más. En diez minutos, la friolera de 36 puntos. El conjunto local, eso sí, muy vivo (24-36).
El estonio Vene anotaba de tres y bajaba a los suyos de la barrera sicológica de los diez puntos. El Herbalife Gran Canaria no anotó durante dos minutos y la diferencia se llegó a quedar en seis puntos (30-36, minuto 13) ante el empuje del Nizhny. Aguilar rompió la sequía desde 6,75 y fue la señal que la escuadra isleña necesitó para recuperar el ritmo en ataque.
DeAndre Kane, el jugador más talentoso del cuadro ruso y líder absoluto en ataque, convirtió seis puntos consecutivos para mantener con opciones a los suyos. El Herbalife Gran Canaria no encontraba la manera de pararle pero tampoco parecía acuciante hacerlo, pues en ataque los de Casimiro no paraban de sumar. Kane llegó a colocar el 42-49 en el marcador, pero los amarillos apretaron en el último minuto para obtener un parcial de 0-8, con triple a tabla sobre la bocina de Eulis Báez incluido. Al descanso, quince de diferencia (42-57).
El dominicano fue el que mejor entendió la zona. La atacó colocándose en medio, y anotó cinco puntos consecutivos cuando más lo necesitaba su equipo. Cogió el testigo Kuric con otros cinco puntos y fue así como el Herbalife Gran Canaria volvió a poner veinte puntos de diferencia. A falta de un cuarto, el triunfo estaba muy encaminado (61-78).
No hubo más reacciones rusas. Los jugadores del Nizhny Novgorod bajaron los brazos a pesar de tener alguna que otra oportunidad de recortar distancias desde la línea de 4,60 con una antideportiva y una técnica a Pablo Aguilar y Richard Hendrix, respectivamente. El choque se encontraba en un impasse que rompió Kyle Kuric. El estadounidense anotó dos triples consecutivos para decantar de manera definitiva el partido del lado claretiano.
Kuric acabó con 20 puntos, mientras que Báez anotó 19 tantos. La fiesta fue completa con la entrada de Oriol Paulí, que en apenas minuto y medio tuvo tiempo de aportar 5 puntos y 2 rebotes. El Herbalife Gran Canaria logró así la segunda victoria consecutiva en Eurocup, alcanzando nuevamente más de 100 puntos y asentándose como líder del Grupo A.
Bo McCalebb anotó la primera canasta del partido y, a pesar de un triple de Boynton, los compases iniciales tuvieron claro color amarillo. Una canasta de Hendrix disparaba a los claretianos (3-9, minuto 2) en el marcador. El ataque de los pupilos de Luis Casimiro funcionaba como una máquina bien engrasada y, en defensa, el esfuerzo surtía efecto.
Sin embargo, la dupla americana del Nizhny, la que lleva el peso ofensivo de todo el equipo, arrancó con ganas. Boynton desde el puesto de base y Kane desde el alero unieron fuerzas para intentar recortar distancias. Lo lograron con un 5-0 para ponerse a tan solo un punto, pero el Herbalife Gran Canaria siguió viendo el aro como una piscina. El acierto desde más allá de 6,75 fue demoledor y, sin duda, un factor clave en el primer cuarto. Salin, con dos triples, y O’Neale, con uno, obligaban a Stalbergs a pedir tiempo muerto con su equipo diez abajo (13-23, minuto 7) a tres minutos del término del acto. No solo su equipo se mostró incapaz de recortar distancias, sino que el ritmo anotador amarillo creció todavía más. En diez minutos, la friolera de 36 puntos. El conjunto local, eso sí, muy vivo (24-36).
El estonio Vene anotaba de tres y bajaba a los suyos de la barrera sicológica de los diez puntos. El Herbalife Gran Canaria no anotó durante dos minutos y la diferencia se llegó a quedar en seis puntos (30-36, minuto 13) ante el empuje del Nizhny. Aguilar rompió la sequía desde 6,75 y fue la señal que la escuadra isleña necesitó para recuperar el ritmo en ataque.
DeAndre Kane, el jugador más talentoso del cuadro ruso y líder absoluto en ataque, convirtió seis puntos consecutivos para mantener con opciones a los suyos. El Herbalife Gran Canaria no encontraba la manera de pararle pero tampoco parecía acuciante hacerlo, pues en ataque los de Casimiro no paraban de sumar. Kane llegó a colocar el 42-49 en el marcador, pero los amarillos apretaron en el último minuto para obtener un parcial de 0-8, con triple a tabla sobre la bocina de Eulis Báez incluido. Al descanso, quince de diferencia (42-57).
Una zona superada a tiempo
La salida del Herbalife Gran Canaria de vestuarios fue, en primera instancia, buena. Dos puntos de Hendrix y otros tres de McCalebb elevaban la renta hasta la veintena (42-62, minuto 22) por primera vez en toda la noche. Fue entonces cuando el técnico rival decidió instaurar una zona que cortocircuitó por completo el ataque isleño. Boynton se ponía las pilas y hacía funcionar al equipo local en ataque. El parcial llegó a ser de 10-0 pese a un tiempo muerto de Casimiro (52-62, minuto 24), y entonces apareció Báez.El dominicano fue el que mejor entendió la zona. La atacó colocándose en medio, y anotó cinco puntos consecutivos cuando más lo necesitaba su equipo. Cogió el testigo Kuric con otros cinco puntos y fue así como el Herbalife Gran Canaria volvió a poner veinte puntos de diferencia. A falta de un cuarto, el triunfo estaba muy encaminado (61-78).
No hubo más reacciones rusas. Los jugadores del Nizhny Novgorod bajaron los brazos a pesar de tener alguna que otra oportunidad de recortar distancias desde la línea de 4,60 con una antideportiva y una técnica a Pablo Aguilar y Richard Hendrix, respectivamente. El choque se encontraba en un impasse que rompió Kyle Kuric. El estadounidense anotó dos triples consecutivos para decantar de manera definitiva el partido del lado claretiano.
Kuric acabó con 20 puntos, mientras que Báez anotó 19 tantos. La fiesta fue completa con la entrada de Oriol Paulí, que en apenas minuto y medio tuvo tiempo de aportar 5 puntos y 2 rebotes. El Herbalife Gran Canaria logró así la segunda victoria consecutiva en Eurocup, alcanzando nuevamente más de 100 puntos y asentándose como líder del Grupo A.
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