El Herbalife Gran Canaria volvió al camino de la derrota en Liga Endesa al perder por 89-78 ante Unicaja, y sigue en la parte baja con 0-4.
La premisa era clara: intentar trasladar las buenas sensaciones europeas tenidas ante Cedevita Zagreb a la competición doméstica, donde el Herbalife Gran Canaria no había logrado ninguna victoria. Tres derrotas en tres partidos pueden pesar en las piernas y, sobre todo, en las cabezas, pero los de Casimiro saltaron al parqué del Martín Carpena con buena energía.
Los primeros compases del encuentro tuvieron claro color amarillo. Kuric anotó la primera y le siguió Báez tras un buen robo de O’Neale. La defensa de los claretianos era notable y les permitía sumar. Dos tiros libres de Oliver mantenía cuatro arriba (2-6, minuto 3) a los isleños, pero la renta no llegó a hacerse más grande.
Unicaja no tardó en igualar la contienda. Lo hizo apoyándose en los triples de Nedodvic y Fogg y, sobre todo, en las excesivas segundas oportunidades de un Herbalife Gran Canaria que no conseguía cerrar el rebote. Por ahí se escapaban las oportunidades de los visitantes de abrir brecha, si bien dos buenas acciones de McCalebb permitían a los de Casimiro coger de nuevo ventaja (13-17, minuto 9). Al término del primero, la ventaja era visitante (18-20).
Allí donde el Herbalife Gran Canaria solo había ganado cuatro partidos de 27 posibles, la escuadra claretiana estaba haciendo un partido serio en defensa. Pero las anécdotas bajo el aro propio se acabaron convirtiendo en un problema crónico. Posesión tras posesión, el Unicaja anotaba en segundas oportunidades. Si no cogían el rebote, metían alguna mano para robarlo. En primera instancia no evitó que el Granca llegase a tener la máxima de la tarde (20-27, minuto 13), pero acabó siendo un problema serio.
Con un parcial de 10-2, en el que hasta ocho puntos del equipo verde llegó en segundas oportunidades, los del bicentenario Joan Plaza recuperaban la ventaja (30-29, minuto 16) sin poder contar con Nedovic, dolorido tras un golpe con Royce O’Neale en el primer acto. Ninguno de los dos equipos lograba exhibir su mejor juego y al descanso el encuentro seguía estando muy igualado (37-36).
El show de Nedovic
El escolta internacional serbio había abandonado la primera mitad con claros gestos de dolor e incluso Joan Plaza, en el descanso, ponía en duda su participación. Pero Nemanja Nedovic no solo jugó en el último cuarto, sino que lo hizo con una superioridad inmensa que acabó decantando la balanza del lado local.
Unicaja arrancó con mucha fuerza y hundió a un Herbalife Gran Canaria que no dio señales de vida. Más allá de seguir teniendo problemas en cuestiones reboteadoras y en aspectos puntuales de la defensa, lo preocupante del lado claretiano fue la actitud. Fue el gesto conjunto mostrado por un equipo que aun con mucho tiempo por delante en el partido, se vio fuera del mismo muy pronto.
En apenas cinco minutos los malagueños consiguieron ponerse 11 arriba (51-40, minuto 25) con un parcial de salida de 14-4 liderado por el mentado Nedovic. Los grancanarios intentaban aferrarse el marcador con acciones aisladas, llegando a ponerse a ocho puntos en diversas ocasiones y gozando de ataques para recortar todavía más esa desventaja. Pero el grupo, sin ideas y falto de ese coraje necesario en cualquier remontada, estuvo lejos de tan siquiera amenazar con hacerlo. Al final del cuarto, los isleños caían ya por 14 puntos (67-53).
Pero eran 14 puntos en 10 minutos. Una misión muy, muy difícil pero no imposible. No con la actitud adecuada, con una intensidad defensiva sobresaliente y fluidez en ataque. Sin embargo, el equipo de Luis Casimiro careció de todo ello en un último cuarto que se hizo eterno. Jamar Smith y Oliver Lafayette se unieron a la fiesta de Díez y Nedovic para sumar espectáculo y recuperar, ellos mismos, sensaciones.
El resultado final, de 89-78, refleja la superioridad de un Unicaja que con trabajo, sin desempeños sobresalientes, borró de la pista al Herbalife Gran Canaria en la segunda mitad.
Los primeros compases del encuentro tuvieron claro color amarillo. Kuric anotó la primera y le siguió Báez tras un buen robo de O’Neale. La defensa de los claretianos era notable y les permitía sumar. Dos tiros libres de Oliver mantenía cuatro arriba (2-6, minuto 3) a los isleños, pero la renta no llegó a hacerse más grande.
Unicaja no tardó en igualar la contienda. Lo hizo apoyándose en los triples de Nedodvic y Fogg y, sobre todo, en las excesivas segundas oportunidades de un Herbalife Gran Canaria que no conseguía cerrar el rebote. Por ahí se escapaban las oportunidades de los visitantes de abrir brecha, si bien dos buenas acciones de McCalebb permitían a los de Casimiro coger de nuevo ventaja (13-17, minuto 9). Al término del primero, la ventaja era visitante (18-20).
Allí donde el Herbalife Gran Canaria solo había ganado cuatro partidos de 27 posibles, la escuadra claretiana estaba haciendo un partido serio en defensa. Pero las anécdotas bajo el aro propio se acabaron convirtiendo en un problema crónico. Posesión tras posesión, el Unicaja anotaba en segundas oportunidades. Si no cogían el rebote, metían alguna mano para robarlo. En primera instancia no evitó que el Granca llegase a tener la máxima de la tarde (20-27, minuto 13), pero acabó siendo un problema serio.
Con un parcial de 10-2, en el que hasta ocho puntos del equipo verde llegó en segundas oportunidades, los del bicentenario Joan Plaza recuperaban la ventaja (30-29, minuto 16) sin poder contar con Nedovic, dolorido tras un golpe con Royce O’Neale en el primer acto. Ninguno de los dos equipos lograba exhibir su mejor juego y al descanso el encuentro seguía estando muy igualado (37-36).
El show de Nedovic
El escolta internacional serbio había abandonado la primera mitad con claros gestos de dolor e incluso Joan Plaza, en el descanso, ponía en duda su participación. Pero Nemanja Nedovic no solo jugó en el último cuarto, sino que lo hizo con una superioridad inmensa que acabó decantando la balanza del lado local.
Unicaja arrancó con mucha fuerza y hundió a un Herbalife Gran Canaria que no dio señales de vida. Más allá de seguir teniendo problemas en cuestiones reboteadoras y en aspectos puntuales de la defensa, lo preocupante del lado claretiano fue la actitud. Fue el gesto conjunto mostrado por un equipo que aun con mucho tiempo por delante en el partido, se vio fuera del mismo muy pronto.
En apenas cinco minutos los malagueños consiguieron ponerse 11 arriba (51-40, minuto 25) con un parcial de salida de 14-4 liderado por el mentado Nedovic. Los grancanarios intentaban aferrarse el marcador con acciones aisladas, llegando a ponerse a ocho puntos en diversas ocasiones y gozando de ataques para recortar todavía más esa desventaja. Pero el grupo, sin ideas y falto de ese coraje necesario en cualquier remontada, estuvo lejos de tan siquiera amenazar con hacerlo. Al final del cuarto, los isleños caían ya por 14 puntos (67-53).
Pero eran 14 puntos en 10 minutos. Una misión muy, muy difícil pero no imposible. No con la actitud adecuada, con una intensidad defensiva sobresaliente y fluidez en ataque. Sin embargo, el equipo de Luis Casimiro careció de todo ello en un último cuarto que se hizo eterno. Jamar Smith y Oliver Lafayette se unieron a la fiesta de Díez y Nedovic para sumar espectáculo y recuperar, ellos mismos, sensaciones.
El resultado final, de 89-78, refleja la superioridad de un Unicaja que con trabajo, sin desempeños sobresalientes, borró de la pista al Herbalife Gran Canaria en la segunda mitad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario