Desde la grada
La U.D. Las Palmas inició la pasada semana con la
satisfacción y el impacto general que significaba su empate ante el Real
Madrid, tras un partido vibrante y sufrido donde los amarillos estuvieron a la
altura de las circunstancias deportivas, generando paralelamente además la
frustración merengue, encabezada por el “calentón” de Cristiano que se
convirtió en el argumento mediático de toda la prensa nacional, motivado
principalmente por la efectividad del gol conseguido por Araujo, que trastocó
la posible celebración blanca.
Pero poco duró la alegría amarilla de figurar en todas las
referencias informativas, pues fue precisamente el “chino” Araujo, el que se
convirtió en protagonista de las
noticias extradeportivas, tras su incidente personal con las fuerzas del orden
que le llevaría ante las dependencias judiciales y todo el revuelo formado a su
alrededor, que afecta directamente al club amarillo y su entorno más próximo,
que recibió el impacto del hecho como una bomba de relojería que aún colea en
el ambiente, a pesar de los intentos internos para disimular la trascendencia
de la crisis generada por el supuesto incumplimiento de las normas de Régimen
interno, una vez más, por parte del jugador argentino. Especialmente ha llamado
la atención la declaración de Araujo ( “esto la arregla mi presidente”) en la
que implicaba directamente a la figura de Ramírez, como su supuesto protector
ante los acontecimientos que se le podrían avecinar. Ha extrañado también la
postura oficial del club, dejando pendiente la apertura de expediente hasta la
resolución judicial del caso, independientemente de la posible falta al
cumplimiento de las normas con reincidencia ya conocida en casos anteriores.
También el entrenador, salía a arropar al jugador alegando
que hay situaciones en las que se pierde y se olvida de sus obligaciones,
apostando además por su convocatoria para Pamplona aunque al final decidía dejarlo
fuera del banquillo lanzando un mensaje en el que aseguraba que el jugador no
estaba en condiciones de afrontar el partido por lo ocurrido, que en definitiva
debemos entender como un castigo por la situación, hasta su resolución
definitiva en las próximas fechas y la postura que va a tomar el club con el
argentino.
Los hechos relatados han empañado la valoración deportiva de
los dos puntos obtenidos en el plazo de una semana, aunque el obtenido en el
Sadar con dominio absoluto del equipo amarillo, quizá pueda saber a poco, a
pesar del trabajo y esfuerzo que supuso conseguirlo por el desarrollo del partido
y la facilidad que se dio a Osasuna para encajar dos goles que hubo que
remontar y que impidieron una posible victoria amarilla. Y al hablar de goles,
hay que reflexionar sobre el que los amarillos sean uno de los equipos más
goleados de la categoría, a pesar de tener una gran capacidad goleadora y
encontrarse entre los mejores. Aunque somos contrarios a justificar cosas por
los errores arbitrales, si llama la atención la cantidad de tarjetas que
reciben los amarillos por las pocas faltas que realizan, según las estadísticas
de todos los partidos disputados. En concreto en el último partido, se
recibieron cuatro de un total de siete faltas cometidas, lo que a lo mejor
significa que los jugadores no saben qué
tipo de faltas se deben cometer para evitar el castigo en los distintos
momentos de partido.
Independientemente del buen juego del equipo y el buen
momento de algunos jugadores que a nivel individual se están convirtiendo en
fundamentales para el éxito colectivo, no compartimos el empeño de algunos
sectores mediáticos en la reiteración de reclamar puestos para los amarillos en
la selección nacional de Lopetegui, pues parece que nos olvidamos que a veces para
llegar a estas situaciones de internacionalidad, no solo hay que contar con la
competencia general y la calidad existente en el fútbol español, sino con la
continuidad y competitividad que exige la experiencia en la categoría, al
margen de la calidad individual de estos jugadores, que sin duda, llegarán a
tener su oportunidad en un futuro muy próximo.
Ahora toca esperar la visita del Español, tras un parón que
permitirá la recuperación de la plantilla para seguir afrontando con garantías
la competición que hasta el momento nos ofrece una trayectoria de positividad,
que por el contrario está ofreciendo una falta de mas apoyo en la asistencia a
las gradas del Gran Canaria, que ha saltado alguna alarma en los dirigentes del
club, adoptando medidas para remediar este hándicap, que desde nuestro punto de
vista tiene un matiz claramente económico relacionado con los precios de los
abonos y de las entradas que se han adoptado con el posible desprecio a la
realidad del entorno amarillo. Este hecho ya se ha demostrado por el fracaso de
la campaña de abonados, y que ahora se trata de remediar con una oferta
extemporánea dirigida a los propios abonados con descuentos para intentar sumar
más asistentes con el fin de paliar la ausencia de más de diez mil almas que
faltaron en un partido como el del Real Madrid. Medida que ya en las redes
sociales, se está rechazando por gran cantidad de aficionados y de la que se
podrá comprobar su efectividad en el próximo partido, puesto que entendemos que
el problema inicial está en los precios de salida ofertados por el club,
obviando la realidad social para fidelizar el espectro amarillo, con detalles
como el ampliar cada año la edad requerida para los jubilados.
Esperemos a ver el resultado de esta operación de maquillaje
de fidelización con esta medida adoptada a partir del próximo encuentro para
llenar las gradas del estadio.
Opinión del autor
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