Los isleños rompieron el choque con una segunda parte brillante que se resolvió por 53-32.
El Divina Seguros Joventut saltó a pista con ganas de sumar su primer triunfo. Avisaba Luis Casimiro que los resultados no avalaban el buen trabajo del conjunto verdinegro. Esto, unido a aquello manido pero verdadero de que no hay rival fácil, se unieron como factores de importancia en los primeros compases de choque.
DJ Seeley abrió la lata anotando el primer triple lanzado del choque, y hacía presagiar una de esas mañanas plácidas en el tiro del Herbalife Gran Canaria. No obstante, fue el Divina Seguros Joventut quien impuso el ritmo del encuentro desde el salto inicial. Con una presión en toda la pista y saltando muy alto en los bloqueos frontales, los de Diego Ocampo lograron cortocircuitar la ofensiva amarilla.
El equipo claretiano obtuvo ventajas cortas en varios momentos del encuentro como cuando Báez culminó una buena transición ofensiva (9-7, minuto 4), pero no tardó la ‘Penya’ en hacerse de nuevo con el control de un encuentro cuyo primer cuarto fue de dominio absoluto badalonés. El acierto exterior fue una enorme diferencia. Mientras que los insulares no conseguía hallar la llave para el cerrojo rival, el Divina Seguros Joventut estiraba la ventaja hasta los nueve puntos (15-24, minuto 9) gracias a un triple de Sergi Vidal.
El tiempo muerto solicitado por Luis Casimiro surtió efecto. El equipo claretiano subió el nivel defensivo en un último minuto de pura energía. Eriksson anotó cinco puntos y Fischer puso dos con un gran mate para acercar a los grancanarios en el marcador al término del primer acto (22-24).
Un enorme mate de Luke Fischer permitió a los isleños igualar el partido nada más arrancar el cuarto. Poco a poco el Herbalife Gran Canaria iba cogiendo forma entre tanto fondo, y aunque la ‘Penya’ volvió a obtener cuatro de ventaja, pronto los locales se hicieron con el control del choque. Un triple de Eriksson y dos puntos de Ondrej Balvin pusieron uno arriba a los isleños. Otra vez los de Ocampo exhibieron garra para un rápido parcial de 0-5 (29-33, minuto 16), pero el empuje verdinegro poco a poco iba desapareciendo.
Oriol Paulí fue nombre propio de la segunda parte del segundo acto con varias acciones de lujo. El joven alero, que cumple su cuarto año como profesional en las filas claretianas, está en su mejor nivel desde que aterrizara en Gran Canaria. Cuatro puntos, un tapón, una asistencia… Él y Marcus Eriksson conformaron un dúo clave en el devenir del choque antes del descanso. Juventud al poder. Descaro infinito y el sueco enchufado desde más allá -mucho más allá- de 6,75 para dilucidar la segunda parte (41-37).
Si Paulí fue el apellido del segundo cuarto, Luke fue el nombre del tercero. Más juventud y más brillantez. El novato de Marquette firmó su mejor partido como profesional y culpa tuvo su inmaculado tercer acto. “Solo hice correr y machacar”, dijo tras el encuentro, y razón no le falta. El pívot de Wisconsin jugó un papel fundamental gracias a su rapidez en las transiciones y su gran tacto de balón bajo los aros. Acabó anotando 16 puntos en 17 minutos y tuvo gran parte de responsabilidad en la ruptura del encuentro (73-56).
No tuvo mucha más historia el partido. Un triple de Marcus Eriksson, que se fue hasta los 23 puntos con una serie de 4/5 desde más allá del arco, elevó la diferencia por encima de la veintena. Y no volvió a bajar. El ritmo se paró con 86-60 en el electrónico y durante más de tres minutos el tanteo no varió.
Balvin y Mekel rompieron la sequía anotadora para poner treinta de diferencia pero un pequeño empujó final de los de Ocampo, que por momentos vagaron perdidos por la pista, hizo que la diferencia final fuera de 25 puntos. Un esclarecedor 94-69 que permite a los isleños seguir en la parte alta de la tabla.
DJ Seeley abrió la lata anotando el primer triple lanzado del choque, y hacía presagiar una de esas mañanas plácidas en el tiro del Herbalife Gran Canaria. No obstante, fue el Divina Seguros Joventut quien impuso el ritmo del encuentro desde el salto inicial. Con una presión en toda la pista y saltando muy alto en los bloqueos frontales, los de Diego Ocampo lograron cortocircuitar la ofensiva amarilla.
El equipo claretiano obtuvo ventajas cortas en varios momentos del encuentro como cuando Báez culminó una buena transición ofensiva (9-7, minuto 4), pero no tardó la ‘Penya’ en hacerse de nuevo con el control de un encuentro cuyo primer cuarto fue de dominio absoluto badalonés. El acierto exterior fue una enorme diferencia. Mientras que los insulares no conseguía hallar la llave para el cerrojo rival, el Divina Seguros Joventut estiraba la ventaja hasta los nueve puntos (15-24, minuto 9) gracias a un triple de Sergi Vidal.
El tiempo muerto solicitado por Luis Casimiro surtió efecto. El equipo claretiano subió el nivel defensivo en un último minuto de pura energía. Eriksson anotó cinco puntos y Fischer puso dos con un gran mate para acercar a los grancanarios en el marcador al término del primer acto (22-24).
Un enorme mate de Luke Fischer permitió a los isleños igualar el partido nada más arrancar el cuarto. Poco a poco el Herbalife Gran Canaria iba cogiendo forma entre tanto fondo, y aunque la ‘Penya’ volvió a obtener cuatro de ventaja, pronto los locales se hicieron con el control del choque. Un triple de Eriksson y dos puntos de Ondrej Balvin pusieron uno arriba a los isleños. Otra vez los de Ocampo exhibieron garra para un rápido parcial de 0-5 (29-33, minuto 16), pero el empuje verdinegro poco a poco iba desapareciendo.
Oriol Paulí fue nombre propio de la segunda parte del segundo acto con varias acciones de lujo. El joven alero, que cumple su cuarto año como profesional en las filas claretianas, está en su mejor nivel desde que aterrizara en Gran Canaria. Cuatro puntos, un tapón, una asistencia… Él y Marcus Eriksson conformaron un dúo clave en el devenir del choque antes del descanso. Juventud al poder. Descaro infinito y el sueco enchufado desde más allá -mucho más allá- de 6,75 para dilucidar la segunda parte (41-37).
Tractor Fischer para arrollar
El Divina Seguros Joventut, simplemente, no aguantó. Pareció tener los mismos nervios que Pino Jesús Marrero, espectadora un millón del Gran Canaria Arena que fue agasajada con innumerables premios en el intermedio del encuentro. Y eso que logró igualar, por mediación de Jerome Jordan, el choque. Pero del 43-43 se pasó al 52-43 con un parcial de 9-0 que fue la primera piedra de un muro insalvable para los de Ocampo.Si Paulí fue el apellido del segundo cuarto, Luke fue el nombre del tercero. Más juventud y más brillantez. El novato de Marquette firmó su mejor partido como profesional y culpa tuvo su inmaculado tercer acto. “Solo hice correr y machacar”, dijo tras el encuentro, y razón no le falta. El pívot de Wisconsin jugó un papel fundamental gracias a su rapidez en las transiciones y su gran tacto de balón bajo los aros. Acabó anotando 16 puntos en 17 minutos y tuvo gran parte de responsabilidad en la ruptura del encuentro (73-56).
No tuvo mucha más historia el partido. Un triple de Marcus Eriksson, que se fue hasta los 23 puntos con una serie de 4/5 desde más allá del arco, elevó la diferencia por encima de la veintena. Y no volvió a bajar. El ritmo se paró con 86-60 en el electrónico y durante más de tres minutos el tanteo no varió.
Balvin y Mekel rompieron la sequía anotadora para poner treinta de diferencia pero un pequeño empujó final de los de Ocampo, que por momentos vagaron perdidos por la pista, hizo que la diferencia final fuera de 25 puntos. Un esclarecedor 94-69 que permite a los isleños seguir en la parte alta de la tabla.
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