El Herbalife Gran Canaria abrió la 7Days Eurocup con una sobresaliente victoria sobre un combativo Zenit.
La jornada inaugural de la 7Days Eurocup 2017/18 tenía un emotivo y especial aliciente para la parroquia claretiana. Era la primera ocasión de brindar una merecidísima ovación a Kyle Kuric. El otrora escolta amarillo, el americano dejó una huella especial en sus tres años como jugador del Herbalife Gran Canaria, y la afición le demostró su amor con una ovación que sobrepasó el minuto en la presentación del Zenit.
Un Zenit que, eso sí, vino a cumplir su plan. Un plan en el que Kyle Kuric partía desde el banquillo. Una clara muestra del poderío del transatlántico ruso que, año a año, busca acercarse a la Turkish Airlines Euroleague. Y para ello han fichado este verano a Drew Gordon, uno de los mejores pívots del Viejo Continente. Fue él quien anotó la primera canasta de la noche. El encuentro transcurrió con ritmo frenético en sus primeros compases, tal y como ha sucedido con todos los partidos de Liga Endesa del equipo isleño hasta el momento. Llegados al ecuador del primer acto, el Zenit ya sumaba 15 puntos (12-15, minuto 5) con un inmaculado 3/3 desde más allá de 6,75.
La salida de Oriol Paulí, convertido en jugador número seis, mantuvo el enorme nivel ofensivo de los claretianos. En defensa, sin embargo, los de Casimiro no daban con la tecla correcta para cortar la hemorragia. Paulí se colgaba en tráfico pero acto seguido Karasev clavaba el cuarto triple ruso. Y, por si no fuera suficiente, saltaba a pista Kyle Kuric. El de Indiana tocó su primer balón para dar un pase. El segundo no perdonó: lo cogió, saltó con Paulí delante y clavó el triple. El equipo de San Petersburgo acababa el primer acto con treinta puntos en su haber (24-30).
Marcus Eriksson inauguraba el segundo acto con un triple para animar a la parroquia claretiana. Kuric seguía entonado, robando un balón en línea de pase y colgándose, pero el Herbalife Gran Canaria no se dejaba amedrentar y con un rápido parcial de 4-0 ponía el cerco en un solo punto (31-32, minuto 12). Zenit, eso sí, seguía viendo el aro como una piscina. Daba igual los cambios constantes en el perímetro: Reynolds hacía el 6/6 de los visitantes. Poco después, Karasev lo convertía en 7/7 para dar ocho de ventaja (31-39, minuto 14) a los suyos.
Tan solo falló Zenit desde la línea de tres cuando abusó de su inercia positiva. El propio Karasev se jugaba un triple desde ocho metros que iba al hierro y luego era Simonovic, exjugador de Estrella Roja, quien erraba un lanzamiento muy forzado. La coyuntura la aprovechó un Herbalife Gran Canaria que, a pesar de ir a remolque durante toda la primera mitad, en ningún momento se salió de su hoja de ruta. Nunca dudó de su plan a realizar y canasta a canasta se fue acercando hasta llegar a igualar desde la línea de 4,60. Un parcial de 0-6 ayudaba a los de Karasev a estirar nuevamente su ventaja, pero la dirección de Gal Mekel permitía a los isleños encarar el túnel de vestuarios con una desventaja mínima (51-52).
El encuentro volvió por los derroteros de la primera mitad: Zenit comandando pero con ventajas cortas. Durante casi dos minutos el electrónico no experimentó ningún cambio, algo extraño para la tónica que estaba llevando el choque. En ese momento de desacierto, los rusos mandaban con un colchón más o menos cómodo (62-67, minuto 27) que rápidamente, eso sí, dejó de existir. El Herbalife Gran Canaria se llegó a ver seis abajo con dos triples seguidos de Kyle Kuric, absolutamente letal, pero la calma no se perdió en ningún momento.
Aguilar se enchufaba al encuentro en el momento más necesario clavando un triple a modo de rápida réplica al acierto del exjugador claretiano, y la afición del Gran Canaria Arena aportaba el extra necesario en defensa para encadenar varias acciones positivas. Un parcial de 10-1 permitió a los isleños afrontar los decisivos diez minutos con una renta de tres puntos (77-74).
Una renta que rápidamente se convirtió de cinco puntos. La pausa entre cuartos no cortó la inercia positiva de los de Luis Casimiro. El fruto de la paciencia, de la fe en el trabajo y el plan establecido. Gal Mekel llegó a Gran Canaria como base Euroliga, de experiencia NBA y líder de la selección de Israel. Y demostró sus galones con unos primeros compases de último cuarto de escándalo. Lideró un enorme parcial de 10-4 con el que los isleños consiguieron adquirir una ventaja de nueve puntos (87-78, minuto 33) tras triple de Rabaseda a tabla.
La defensa claretiana seguía asfixiando a un Zenit que en más de seis minutos apenas había podido anotar cuatro puntos. El trabajo atrás era encomiable y en la ofensiva Ondrej Balvin, con cuatro puntos consecutivos, permitía al Herbalife Gran Canaria lograr una ventaja amplia (91-78, minuto 36) que daba esperanzas al cuadro isleño de un final tranquilo.
Pero Laprovittola hizo del caos una anarquía. El base argentino materializó una transición en un dos más uno y, acto seguido, clavó un lejanísimo triple para un parcial de 0-6 que dio alas a los de Karasev. A dos minutos y medio del final, la diferencia era tan solo de siete puntos (91-84, minuto 38).
No obstante, una vez más el Herbalife Gran Canaria mostró sangre fría en la recta final del choque para gestionar de manera brillante la ventaja. La afición tuvo oportunidad de ovacionar a Xavi Rabaseda, que rayó un brillante nivel en defensa y activó al equipo cuando lo necesitaba. Al final, diez de ventaja para sellar una gran victoria con la que estrenar la competición.
Un Zenit que, eso sí, vino a cumplir su plan. Un plan en el que Kyle Kuric partía desde el banquillo. Una clara muestra del poderío del transatlántico ruso que, año a año, busca acercarse a la Turkish Airlines Euroleague. Y para ello han fichado este verano a Drew Gordon, uno de los mejores pívots del Viejo Continente. Fue él quien anotó la primera canasta de la noche. El encuentro transcurrió con ritmo frenético en sus primeros compases, tal y como ha sucedido con todos los partidos de Liga Endesa del equipo isleño hasta el momento. Llegados al ecuador del primer acto, el Zenit ya sumaba 15 puntos (12-15, minuto 5) con un inmaculado 3/3 desde más allá de 6,75.
La salida de Oriol Paulí, convertido en jugador número seis, mantuvo el enorme nivel ofensivo de los claretianos. En defensa, sin embargo, los de Casimiro no daban con la tecla correcta para cortar la hemorragia. Paulí se colgaba en tráfico pero acto seguido Karasev clavaba el cuarto triple ruso. Y, por si no fuera suficiente, saltaba a pista Kyle Kuric. El de Indiana tocó su primer balón para dar un pase. El segundo no perdonó: lo cogió, saltó con Paulí delante y clavó el triple. El equipo de San Petersburgo acababa el primer acto con treinta puntos en su haber (24-30).
Marcus Eriksson inauguraba el segundo acto con un triple para animar a la parroquia claretiana. Kuric seguía entonado, robando un balón en línea de pase y colgándose, pero el Herbalife Gran Canaria no se dejaba amedrentar y con un rápido parcial de 4-0 ponía el cerco en un solo punto (31-32, minuto 12). Zenit, eso sí, seguía viendo el aro como una piscina. Daba igual los cambios constantes en el perímetro: Reynolds hacía el 6/6 de los visitantes. Poco después, Karasev lo convertía en 7/7 para dar ocho de ventaja (31-39, minuto 14) a los suyos.
Tan solo falló Zenit desde la línea de tres cuando abusó de su inercia positiva. El propio Karasev se jugaba un triple desde ocho metros que iba al hierro y luego era Simonovic, exjugador de Estrella Roja, quien erraba un lanzamiento muy forzado. La coyuntura la aprovechó un Herbalife Gran Canaria que, a pesar de ir a remolque durante toda la primera mitad, en ningún momento se salió de su hoja de ruta. Nunca dudó de su plan a realizar y canasta a canasta se fue acercando hasta llegar a igualar desde la línea de 4,60. Un parcial de 0-6 ayudaba a los de Karasev a estirar nuevamente su ventaja, pero la dirección de Gal Mekel permitía a los isleños encarar el túnel de vestuarios con una desventaja mínima (51-52).
Otro festín ofensivo desde la defensa
Como suele suceder, el ritmo anotador del partido se atascó en un tercer cuarto de cadencia lenta con dos contendientes algo perdidos. Karasev hijo seguía a lo suyo y anotaba un 2+1 para abrir la lata. Los de Casimiro se enchufaron rápidamente también con un triple de Báez. Un parcial de 7-2 culminado con un mate de Ondrej Balvin supuso la remontada amarilla (58-57, minuto 22). Remontada efímera, eso sí.El encuentro volvió por los derroteros de la primera mitad: Zenit comandando pero con ventajas cortas. Durante casi dos minutos el electrónico no experimentó ningún cambio, algo extraño para la tónica que estaba llevando el choque. En ese momento de desacierto, los rusos mandaban con un colchón más o menos cómodo (62-67, minuto 27) que rápidamente, eso sí, dejó de existir. El Herbalife Gran Canaria se llegó a ver seis abajo con dos triples seguidos de Kyle Kuric, absolutamente letal, pero la calma no se perdió en ningún momento.
Aguilar se enchufaba al encuentro en el momento más necesario clavando un triple a modo de rápida réplica al acierto del exjugador claretiano, y la afición del Gran Canaria Arena aportaba el extra necesario en defensa para encadenar varias acciones positivas. Un parcial de 10-1 permitió a los isleños afrontar los decisivos diez minutos con una renta de tres puntos (77-74).
Una renta que rápidamente se convirtió de cinco puntos. La pausa entre cuartos no cortó la inercia positiva de los de Luis Casimiro. El fruto de la paciencia, de la fe en el trabajo y el plan establecido. Gal Mekel llegó a Gran Canaria como base Euroliga, de experiencia NBA y líder de la selección de Israel. Y demostró sus galones con unos primeros compases de último cuarto de escándalo. Lideró un enorme parcial de 10-4 con el que los isleños consiguieron adquirir una ventaja de nueve puntos (87-78, minuto 33) tras triple de Rabaseda a tabla.
La defensa claretiana seguía asfixiando a un Zenit que en más de seis minutos apenas había podido anotar cuatro puntos. El trabajo atrás era encomiable y en la ofensiva Ondrej Balvin, con cuatro puntos consecutivos, permitía al Herbalife Gran Canaria lograr una ventaja amplia (91-78, minuto 36) que daba esperanzas al cuadro isleño de un final tranquilo.
Pero Laprovittola hizo del caos una anarquía. El base argentino materializó una transición en un dos más uno y, acto seguido, clavó un lejanísimo triple para un parcial de 0-6 que dio alas a los de Karasev. A dos minutos y medio del final, la diferencia era tan solo de siete puntos (91-84, minuto 38).
No obstante, una vez más el Herbalife Gran Canaria mostró sangre fría en la recta final del choque para gestionar de manera brillante la ventaja. La afición tuvo oportunidad de ovacionar a Xavi Rabaseda, que rayó un brillante nivel en defensa y activó al equipo cuando lo necesitaba. Al final, diez de ventaja para sellar una gran victoria con la que estrenar la competición.
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